Volver la mirada

Si bien hemos condenado toda intromisión política. de las 'propiamente dichas', tendientes abiertamente a recuperar réditos políticos perdidos con miras a futuros procesos eleccionarios, convalidando de paso alguna pasada posición intransigente a todo acuerdo sobre el cambio climático: del mismo modo lo hacemos hoy con todo intento sectario de tipo ideológico que pretenda crear tendencias adonde, aun en medio de las discrepancias, tiene el debate del clima un fondo pragmático. Si bien es cierto hay en la mirada global del acuerdo de Copenhague un consenso de que hay demasiada volatilidad en su contenido al carecer de metas específicas que tanto el contexto civil había puesto sobre el tapete, cifrando esperanzas, acaso exageradas_ no por que fueran estas metas irrealizables, sino porque quienes debían tomar las decisiones finales, lamentablemente no responden a una única visión de la problemática planteada, ellos deben mirar con ojos de camaleón, dicho en el mejor sentido de la palabra y no por una capacidad de mimetismo que a más de uno probablemente avale_, lo real es que debemos mirar hacia adelante, e insistir en las convicciones globales hasta que los encargados de concordar y de firmar entiendan que el tiempo pasa y no podemos seguir con solo intenciones y declaraciones.

Según fuentes oficiales de Naciones Unidas_ aun cuando, para variar, no hay claridad en el procedimiento_, tal parece que existe la posibilidad de un compromiso vinculante a ser trabajado a la luz de la firma del acuerdo por los países presentes en Copenhague. Si hubiera mayor información al respecto sería un punto inicial para recuperar la fe perdida, en especial en el ámbito de la sociedad civil que se ha sentido discriminada durante el proceso más importante de la cumbre, la toma de decisiones.

Una noticia reciente propalada por AFP Asia Edition informa una decisión de China, que mediante una ley intenta dar impulso a la industria de la energía renovable a través de una serie de medidas que obliga a las compañías de electricidad a consumir toda la energía proveniente de fuentes renovables con severas sanciones de por medio. Es el problema de afrontar la problemática de reducción de emisiones fósiles, de forma "individual o conjunta" tal como señala el texto del Acuerdo, unos lo intentarán, otros no. Unos lo harán desde la perspectiva de un nivel de emisiones inmenso como el que tiene China, pero que comparado a otros de menores niveles de emisión, serán probablemente insuficientes. Es por eso de la necesidad de obligaciones de tipo legal que unifique criterios que avalen las proyecciones y no permitan estancamientos y discusiones inútiles como aquellas en las que nos hallamos inmersos hoy, pudiendo estar hablando con mayor fundamento especificidad de temas como los procesos de adaptación y resistencia al cambio climático bajo el soporte de metas específicas, e ir delineando y depurando los tema a ser tratados en las próximas convenciones.

Es de esperar que para este 31 de enero que es cuando el panorama de firmas del acuerdo_ y esperemos que también de esa posibilidad de un compromiso vinculante_, sea más claro todo de modo que podamos cerrar la brecha dejada en Copenaghe y retomar la mirada...