Los Fondos para la adaptación y mitigación del cambio climático en los países pobres, toda una novedad en Copenhague, si bien una importante iniciativa de los países desarrollados, trae consigo la siguiente interrogante: No siendo vinculantes las metas de reducción de gases de efecto invernadero en especial para los principales emisores, que nos garantiza que finalizados los plazos algunos de ellos simplemente digan, lo siento pero no pude lograr mis metas? Será tan indulgente el clima para darnos_ no a ese supuesto país solamente, a todos, en especial a esos países a quienes con prioridad se pretende beneficiar con estos fondos-, una oportunidad más para reducir las emisiones?
El texto del Acuerdo de Copenhague, si bien está lleno de buena voluntad y por ello lleno de optimismo, al menos en su redacción provisional, carece de las especificidades que el mundo esperaba, números y fechas, aquellas famosas metas ambiciosas que frenen realmente la tendencia del calentamiento (esperaremos ansiosos los famosos apéndices y anexos, quizás nos aclaren algo el panorama). Aquello de que "...se comprometen a implementar, individual o conjuntamente...", lamentablemente suena a libre albedrío siendo el tema del cambio climático un problema a ser resuelto de manera conjunta y con programas interactivos unos de otros, que al final de un plazo cumplido, sean eficaces como un todo y sean del mismo modo los fondos de mitigación eficaces en el cumplimiento de sus objetivos.
De que servirían los fondos si, producto del incumplimiento de metas conjuntas, islas como Tuvalu vayan a desaparecer de todas modos. Habría que pensar en una reubicación? Para tanto alcanzarán los fondos?...
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