El sol es el principal motivo de cambios en el sistema climático terrestre. La luz del sol da calor a nuestro mundo. La luz del sol maneja los patrones de circulación atmosférica y oceánica. La luz del sol brinda energía en el proceso de foto síntesis que la planta necesita para crecer. La luz del sol es causa del proceso de convección la cual se encarga de transportar calor y vapor de agua hacia el cielo donde las nubes se encargan de darle forma y devolverla como lluvia. En resumen, el sol se encarga de manejar casi todos los aspectos referidos al sistema climático de nuestro planeta haciendo posible la vida tal y como la conocemos.
La órbita terrestre alrededor del sol y su orientación hacia este cambia a través de espacios de muchos miles de años. A su vez, esos cambios "mecánico orbitales" fuerzan al clima a cambiar debido a que solo lo hacen dependiendo de donde y de cuanta luz solar alcance la tierra. (Por favor consulte para mayores detalles). Así, cambiando la exposición de la tierra a la luz solar se fuerza al clima a cambiar. De acuerdo a los científicos, los modelos de orientación y órbita de la tierra hacia el sol indican que el mundo estaría en los inicios de entrar a un nuevo período de enfriamiento_ quizás la próxima edad de hielo.
Sin embargo, una nueva fuerza de cambio ha surgido: los humanos. Luego de la revolución industrial, los seres humanos introdujeron en la atmósfera cantidades cada vez mayores de gases de efecto invernadero cambiando la superficie del paisaje en una extensión lo suficientemente grande como para influenciar en el clima tanto a nivel local como global. Al lanzar niveles de dióxido de carbono en la atmósfera (cercanos al 30 por ciento), han incrementado su capacidad de atrapar calor cerca de la superficie.
Otras importantes fuerzas que inciden en el sistema climático de la tierra incluyen "variables" tales como las nubes, partículas en suspensión en el aire, y el brillo de la superficie. Cada una de estas facciones de variación del medio ambiente terrestre tiene la capacidad de exceder la influencia del calentamiento de los gases de efecto invernadero, y ser causa el enfriamiento de nuestro mundo. Por ejemplo, el aumento de la nubosidad dará más sombra a la superficie mientras se refleja una mayor cantidad de rayo solar de regreso al espacio. El incremento de partículas aéreas (o "aerosoles") dispersa y refleja más rayo solar de vuelta al espacio, lo que enfría la superficie. Erupciones volcánicas de gran magnitud (como el del Monte Pinatubo en 1992) pueden inyectar tanto aerosol en la atmósfera que, mientras se disemina por todo el globo, se reduce la luz solar causando enfriamiento en la tierra. Por otro lado, el incremento de áreas de un tipo de superficie altamente reflectante como son las plataformas de hielo, que al reflejar grandes cantidades de rayo solar de regreso al espacio son causa enfriamiento terrestre. (fuente: http://nasascience.nasa.gov/big-questions/big_question_by_division_list?division=earth-science)
PARASOL
(Polarización y Anisotropía de la reflectividad para las Ciencias Atmosféricas acopladas por Observaciones desde un Lidar*).
Parasol es el segundo micro satélite en la serie Myriade desarrollada por CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales) de Francia. Transporta un radiómetro/polarímetro de gran campo de imagen llamado POLDER (Polarización y Direccionalidad de la Reflectancia de la Tierra), diseñado en sociedad con el laboratorio de óptica atmosférica Eslora en Lille (CNRS-USTL). POLDER está diseñado para mejorar nuestro conocimiento de las propiedades radiactivas y micro físicas de las nubes y aerosoles por medición de la direccionalidad y polarización de la luz reflejada por el sistema Tierra-Atmósfera.
Lanzado por un Ariane 5 G+ desde el Puerto espacial europeo en Kourou, Guayana Francesa, Parasol se ha embarcado en una misión prevista de dos años, volando en formación con Aqua y Aura (NASA), Calipso (NASA/CNES) y CloudSat (NASA/CSA) como parte del así denominado A-Train. Dichos satélites tendrían que haberse unido al Observatorio de Carbono Orbital (OCO) de la NASA, para combinar por vez primera un set completo de instrumentos de observación de nubes y aerosoles, desde radiómetrías pasivas hasta sondeos activos de Lidar y de radares.
(*): Lidar: Técnica similar al radar que trabaja irradiando pulsos de láser a través de la atmósfera para detectar el reflejo de la luz, por el polvo y otras pequeñas partículas del aire llamadas aerosoles. El tiempo entre el pulso y el eco determina la distancia y la variación del color de la luz determina la velocidad de las partículas a lo largo de la línea visual. (fuente: http://smsc.cnes.fr/PARASOL/)
